La palabra 'abolición' proviene del latín 'abolitio', que a su vez deriva del verbo 'abolere', que significa 'destruir', 'aniquilar' o 'suprimir'. El prefijo 'ab-' indica una acción enérgica o completa, mientras que el verbo 'olere' tiene la connotación de 'crecer' o 'nutrir'. Por lo tanto, 'abolición' se refiere al acto de poner fin de manera completa y enérgica a algo, especialmente a una práctica, ley o sistema establecido.